jueves, 16 de junio de 2011

Trayendo Luz a la Oscuridad: el Principio de Intención Positiva

Robert Dilts ha sido desarrollador, autor, entrenador y consultor en el campo de la PNL - Programación Neurolingüística desde su creación en 1975 por Richard Bandler y John Grinder. También estudió personalmente con Milton Erickson y Gregory Bateson. Es el autor de numerosos libros de PNL. Su página oficial es: NLP University La versión original de este artículo lo puedes encontrar en: The Principle of Positive Intention

El Principio de Intención Positiva
Uno de los principios de la PNL más importantes pero a menudo malinterpretado (y por tanto controvertido) es de la intención positiva. Sencillamente, este principio establece que en algún nivel todo comportamiento tiene (o tuvo alguna vez) esa intención positiva. Otra forma de decirlo es que todo comportamiento sirve (o alguna vez sirvió) para un propósito positivo.
Frente a grupo en las escuelas suele acontecer que el docente se enfoca en algunos aspectos particulares de la enseñanza, como pueden ser “el tema” y la “disciplina” considerando en esta última “la militar” como principal referente, esto se traduce en querer tener a los alumnos “todos” sentados, derechitos, pies juntos, plantas en el suelo, alineaditos, respirando al unísono de la voz de mando, considerando que todos los alumnos son iguales y que deben atender de inmediato la voz del docente, sea lo que sea que diga, sin importar si es o no significativo para el alumno. ¿Cuál será la intención de un docente al momento de casi acabarse la voz llamando y reprimiendo al grupo por varios minutos intermitentes y constantemente durante un día de clase?.
¿Qué tal si en esa intencionalidad ahora incluimos las preferencias en los canales de percepción que los alumnos viven en distintos momentos?, considerar que tendrán diferentes preferencias y necesidades desde sus estilos muy personales de aprendizaje, condiciones de temperatura, luz, actividad previa… y con estos elementos cambiar enfocar otra perspectiva o “concepto de disciplina” que nos ayude mejor a potencializar competencias en el alumno.
“Si solo” nos enfocamos en ese “viejo concepto de disciplina” estaremos sufriendo un desgaste terrible y lo más grave seguiremos obteniendo los mismos resultados quizás diferentes a lo esperado, en conducta y en aprovechamiento escolar.
• Hablando del alumno y su comportamiento la intención positiva detrás de una acción “violenta”, regularmente está ligada a “su protección”. A través de años observando comportamientos, he percibido una tremenda violencia hacía sus compañeros y hacía el docente cara a cara y también a sus espaldas, cosa que por supuesto no es evidente para el docente. Todo este reflejo del comportamiento violento del alumno es la forma en la que él se protege del medio inmediato y de su contexto en general, “escuela-casa-ciudad”.

• La intención o propósito positivo detrás del “miedo” es normalmente “seguridad”.
• El objetivo positivo detrás de la “ira” puede ser “marcar los límites”.
• “Odio” puede tener el propósito positivo de “motivar” a una persona a pasar a la acción.
• Las intenciones positivas detrás de algo como la “resistencia al cambio” pueden abarcar un registro de cuestiones; incluyendo el deseo de reconocer, honrar o respetar el pasado; la necesidad de protegerse a uno mismo permaneciendo con lo familiar, y un intento de aferrarse a las cosas positivas que uno tuvo en el pasado, etcétera.
Incluso los síntomas físicos pueden servir a un objetivo positivo. La PNL ve cualquier síntoma, incluidos los físicos, como una comunicación de que algo no está funcionando adecuadamente. Los síntomas físicos a menudo alertan a las personas de que algo está desequilibrado. A veces estos síntomas físicos son incluso un signo de que algo se está curando.
A veces un comportamiento o síntoma de un problema específico puede hasta servir para múltiples intenciones positivas. He trabajado con gente que quería dejar de fumar, por ejemplo, que descubrieron que servía para muchos propósitos positivos. Fumaban por la mañana con el objetivo de “despertarse”. Fumaban durante el día para “reducir estrés”, “concentrarse” y, paradójicamente “recordar respirar”. Fumaban por la noche para “relajarse”. A menudo, fumar servía para ocultar o “nublar” emociones negativas. Quizás lo más importante, fumar era lo único que hacían “sólo para ellos”, para traer algo de placer a sus vidas.
Otro principio básico de la PNL, relacionado con el de la intención positiva, es que resulta útil separar nuestro “comportamiento” de nuestro “yo” – es decir, separar la intención positiva, función, creencia, etc. que genera un comportamiento del comportamiento en sí mismo. En otras palabras, es más respetuoso, ecológico y productivo responder a la estructura profunda que a la expresión superficial de un comportamiento problemático. Una consecuencia de combinar este principio con el principio de intención positiva es que para cambiar el comportamiento o establecer alternativas viables, las nuevas elecciones deben de alguna forma satisfacer el objetivo positivo del comportamiento anterior. Cuando las intenciones y objetivos positivos de un estado o síntoma problemático no han sido satisfechas, entonces, irónicamente, incluso comportamientos “normales” o “deseados” pueden producir resultados igualmente problemáticos o patológicos. Una persona que, por ejemplo, deja de ser agresiva, pero no tiene otra forma de protegerse a sí mismo, sólo cambia un conjunto de problemas por otro. Dejar el comportamiento de fumar sin encontrar alternativas para todos los propósitos importantes para los que sirve puede llevar a una persona a una pesadilla de nuevos problemas.
De acuerdo a otro principio básico de la PNL y Coaching– el de “acompasar y liderar” – el cambio efectivo primero implicaría “Rapport” un “acompasamiento” mediante el reconocimiento de las intenciones positivas tras el comportamiento existente. “Liderar” incluiría asistir al alumno en ampliar su “mapa” (interpretación del acontecimiento) con objeto de encontrar opciones más apropiadas para conseguir satisfactoriamente esas intenciones positivas. Estas opciones permitirían a la persona conservar la intención o propósito positivo a través de diferentes medios. Esto es lo que intentan lograr las diferentes técnicas de PNL de “reencuadre”. Modelar y resaltar en su momento las conductas deseadas es centrarnos en el como si, podremos cambiar nuestro estilo de no hables, no brinques, no saltes, no te muevas… (casi podríamos decir “no respires”) el alumno con toda razón podrá preguntar ¿y que si puedo hacer?
Pues aquí va una amplia gama para actuar "como si" un estado o resultado deseado ya ha sido alcanzado, o través del cual un individuo o grupo pretende ser otra persona o entidad. El encuadre "como si" es una poderosa manera para ayudar a la gente a identificar y enriquecer su percepción del mundo y de sus futuros estados deseados. También resulta una manera útil para ayudar a la gente a sobreponerse a resistencias y limitaciones dentro de su mapa actual del mundo.
Por ejemplo, si una persona dice; "Yo no puedo hacer X", o "Es imposible hacer X", el encuadre = "como si" se aplicaría preguntando; "¿Qué sucedería si pudieras hacer X?", o "Actúa como si pudieras hacer X. ¿Cómo se sentiría eso?", o "Si tu fueras ya capaz de hacer X, ¿Qué estarías haciendo = ahora?". Por ejemplo, si un ejecutivo en una compañía fuera incapaz de describir cual será su estado deseado para un proyecto en particular, un buen coach podría decir; "Imagina que estás viviendo un = momento dentro de cinco años, ¿Qué está sucediendo que es diferente al día de hoy?"
“Somos un sistema que es parte de otro sistema mucho mayor. El sistema está orientado fundamentalmente hacia la salud y la adaptación. Por tanto, todos estamos motivados en última instancia por intenciones positivas. Nuestros mapas (significados, creencias…) del mundo, sin embargo, son limitados y no siempre nos proveen de todas las elecciones posibles. No obstante, somos capaces de cambiar, y una vez que somos capaces de percibir una elección realmente viable, automáticamente la tomaremos. La cuestión es ser capaz de ampliar nuestro modelo del mundo para incluir otras elecciones y capacidades para la protección y sabiduría, y en ayudar a otros a hacerlo también.”

Traducción al original de Robert Dilts Adaptado para docentes por Meta-Coach Salvador Rodríguez Rubio

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